sábado, marzo 29, 2008

Preparados para el Cielo-UNA EXPERIENCIA PROFUNDA Y VIVIENTE

Preparados para el Cielo - 30 de marzo

UNA EXPERIENCIA PROFUNDA Y VIVIENTE

¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron. (Heb. 2: 3).

Vi que no debemos retrasar la venida del Señor. Dijo el ángel: "Preparaos, preparaos, para lo que va a venir sobre la tierra. Correspondan vuestras obras a vuestra fe". Vi que el ánimo debe apoyarse en Dios, que debemos ejercer nuestra influencia en favor de Dios y su verdad. No podemos honrar al Señor mientras seamos negligentes e indiferentes. No podemos glorificarle cuando estamos descorazonados. Debemos tener fervor para asegurar nuestra propia salvación, y para salvar a otros. Debemos conceder suma importancia a esto, y considerar secundario todo lo demás.

Vi la belleza del cielo. Oí a los ángeles cantar sus himnos arrobadores, tributando alabanza, honra y gloria a Jesús. Pude entonces percibir vagamente el prodigioso amor del Hijo de Dios. Él abandonó toda la gloria, toda la honra que se le tributaba en el cielo, y se interesó de tal manera en nuestra salvación que, con paciencia y mansedumbre, soportó toda injuria y escarnio que los hombres quisieron imponerle. Fue herido, azotado y afligido; se lo extendió sobre la cruz del Calvario, y sufrió la muerte más atroz para salvarnos de la muerte; para que pudiésemos ser lavados en su sangre, y resucitar para vivir con él en las mansiones que está preparando, donde disfrutaremos la luz y la gloria del cielo, y oiremos cantar a los ángeles y cantaremos con ellos.

Vi que todo el cielo se interesaba en nuestra salvación; y ¿habremos de ser nosotros indiferentes? ¿Seremos negligentes como si fuese asunto de poca monta el que seamos salvos o perdidos? ¿Despreciaremos el sacrificio que fue hecho por nosotros?. . . Se nos ha dado un libro para que guíe nuestros pies a través de los peligros de este oscuro mundo hasta el cielo. Sus páginas nos dicen cómo podemos escapar de la ira de Dios, y también nos hablan de los sufrimientos de Cristo por nosotros, y del gran sacrificio que hizo para que pudiéramos ser salvos y disfrutar de la presencia de Dios para siempre.

Una forma de piedad no salvará a nadie. Todos deben tener una experiencia profunda y viva. Esto es lo único que los salvará en el tiempo de angustia. 96

¡HE AQUI EL SEÑOR VIENE YA; SALID A RECIBIDLE! - ¡VEN, SEÑOR JESUS! (Mat. 25: 6; Ap. 22: 20)