domingo, diciembre 25, 2005

¡MARANATA: EL SEÑOR VIENE! (Viernes 23 Diciembre)

El Juicio Final y la Tierra Nueva
NUESTRO ESTUDIO EN LOS SIGLOS FUTUROS
Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. (Efe. 2: 7).
La ciencia de la redención es la más grande de todas las ciencias; es la que estudian los ángeles y todos los seres de los mundos no caídos; es la ciencia que interesa al Señor y Salvador, y penetra en los propósitos madurados en la mente Infinita, mantenidos en silencio durante siglos eternos; es la ciencia que estudiarán los redimidos en el curso de la eternidad. Este es el estudio más elevado a que puede dedicarse un ser humano. Como ningún otro, avivará la mente y elevará el alma. . .
Los ángeles desean escudriñar el tema de la redención; que será la ciencia y el canto de los redimidos a través de los siglos sin fin de la eternidad. ¿No valdrá la pena que pensemos en él y lo estudiemos en esta vida?. . .
El estudio de la encarnación de Cristo, su sacrificio expiatorio y su obra mediadora, ocuparán la mente del alumno diligente mientras dure el tiempo; y al pensar en el cielo y los siglos innumerables, exclamará: "Grande es el misterio de la piedad".
En la eternidad aprenderemos lo que habría abierto nuestro entendimiento si hubiéramos recibido la luz que estaba a nuestro alcance en esta vida. Los temas de la redención henchirán el corazón y la mente y la lengua de los redimidos por todos los siglos eternos. Entenderán las verdades que Cristo deseaba explicar a sus discípulos, pero que éstos no podían captar por falta de fe. Se nos presentarán nuevos aspectos de la perfección y la gloria de Cristo por toda la eternidad. Y en el curso de la vida perdurable el fiel Amo sacará cosas nuevas y viejas de entre sus tesoros.
Si nos fuera posible alcanzar aquí un conocimiento pleno de Dios y su verdad, no habría para nosotros nuevos descubrimientos con respecto a ella, ni mayores conocimientos, ni un desarrollo más amplio. . . Gracias a Dios, no es así. Puesto que Dios es infinito, y en él se encuentran todos los tesoros de la sabiduría, podremos continuar investigando durante toda la eternidad, aprendiendo siempre, sin agotar jamás las riquezas de su sabiduría, su bondad o su poder. 364