martes, setiembre 27, 2005

¡MARANATA: EL SEÑOR VIENE! - (Miiércoles, 27 de Setiembre)

El Fin del Tiempo de Prueba
LIBRADOS A MEDIANOCHE

En un momento morirán, y a medianoche se alborotarán los pueblos, y pasarán, y sin mano será quitado el poderoso. (Job 34: 20).

[Dios] siempre eligió para manifestar su poder los momentos de extrema necesidad, cuándo no parecían tener posibilidad de verse librados de la acción de Satanás.

Es a medianoche cuando Dios manifiesta su poder para librar a su pueblo. Sale el sol en todo su esplendor. Sucédense señales y prodigios con rapidez. Los malos miran la escena con terror y asombro, mientras los justos contemplan con gozo las señales de su liberación. La naturaleza entera parece trastornada. Los ríos dejan de correr. Nubes negras y pesadas se levantan y chocan unas con otras. En medio de los cielos conmovidos hay un claro de gloria indescriptible, de donde baja la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas, diciendo: "Hecho es" (Apoc. 1: 17).

Las potestades del cielo se conmoverán a la voz de Dios. Entonces el sol, la luna y las estrellas se desquiciarán de su lugar. No se aniquilarán, sino que se conmoverán a la voz de Dios.

Sobrevinieron sombrías y densas nubes que se entrechocaban unas con otras. La atmósfera se dividió y se arrolló atrás, y entonces pudimos ver en Orión un espacio abierto de donde salió la voz de Dios.

Después de oír la voz de Dios, la gente se halla en una desesperación y angustia tal, cual nunca hubo desde que existe nación, y entonces el pueblo de Dios sufrirá aflicción también. Las nubes del cielo se entrechocarán y habrá tinieblas. Entonces se oye aquella voz del cielo y las nubes comienzan a enrollarse como un pergamino, y aparece la señal clara y brillante del Hijo del hombre. Los hijos de Dios saben lo que significa esa nube.

Los 144.000 triunfaron. Sus rostros fueron iluminados por la gloria de Dios.

Cuando la voz de Dios ponga fin al cautiverio de su pueblo será terrible el despertar para los que lo hayan perdido todo en la gran lucha de la vida.

El día de la ira para los enemigos de Dios es el día de la liberación final para su iglesia. 278