domingo, mayo 15, 2005

MARANATA: EL SEÑOR VIENE! - (14 de Mayo)

· EL PREJUICIO RACIAL VA EN AUMENTO

Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. (1 Juan 3: 13, 14).
El que está íntimamente relacionado con Cristo está por encima de los prejuicios raciales o sociales. Su fe se aferra de las realidades eternas. El divino Autor de la verdad ha de ser exaltado. Nuestros corazones deben llenarse de la fe que obra por el amor y purifica el alma . La obra del buen samaritano es el ejemplo que debemos seguir.
Será imposible solucionar todos los problemas relativos a la discriminación racial en armonía con el mandato del Señor, hasta que los que creen la verdad estén tan íntimamente unidos con Cristo que sean uno con él. Los miembros de nuestras iglesias, tanto blancos como de color, necesitan convertirse. Hay algunos en ambos grupos que son irrazonables, y cuando se pone sobre el tapete la cuestión racial, manifiestan rasgos de carácter que revelan falta de santificación y conversión. Surgen fácilmente elementos pendencieros entre los que, por no haber aprendido nunca a llevar el yugo de Cristo, son porfiados. En los tales el yo pretende, con determinación no santificada, que se le dé la supremacía.
A medida que pasa el tiempo y aumenta el prejuicio racial, será casi imposible en muchos lugares que los obreros blancos trabajen por la gente de color. A veces los blancos que no simpatizan con nuestra obra se unirán con los de color para oponerse a ella, pretextando que nuestra enseñanza constituye un esfuerzo para irrumpir en las iglesias y causar problemas con respecto al asunto del sábado. Predicadores blancos y de color harán falsas declaraciones que despertarán en la mente de las personas tales sentimientos de antagonismo, que estarán listos para destruir y matar.
Los poderes del infierno están obrando con toda su astucia para impedir la proclamación del último mensaje de misericordia entre la gente de color. Satanás está trabajando para que le resulte difícil al pastor y al maestro pasar por alto el prejuicio que existe entre la gente blanca y la de color.
Sigamos una conducta sabia. No hagamos nada que suscite innecesariamente la oposición, nada que estorbe la proclamación del mensaje evangélico. 141