martes, julio 12, 2005

¡MARANATA: EL SEÑOR VIENE! - (Miércoles, 13 de Julio)

La Gran Tribulación
UNIÓN Y SEPARACIÓN BAJO EL FUERTE CLAMOR

Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. (Isa. 60: 1, 2).

A medida que nos apremien las pruebas, se efectuará en nuestras filas una obra de separación y también de unión. Algunos que en la actualidad están dispuestos a tomar armas de guerra, en tiempos de verdadero peligro pondrán de manifiesto que no han edificado sobre un fundamento sólido: Cederán a la tentación. Los que han tenido gran luz y disfrutado de inestimables privilegios pero no los han perfeccionado, se apartarán de nosotros justificándose con diversos pretextos. Al no haber recibido el amor de la verdad, aceptarán los errores del enemigo. Prestarán atención a espíritus seductores y doctrinas de demonios y se apartarán de la fe. Pero, por otra parte, cuando la tempestad de la persecución se desate realmente sobre nosotros, las verdaderas ovejas escucharán la voz del verdadero Pastor. Se realizarán esfuerzos abnegados para salvar a los perdidos, y muchos de los que se han extraviado del redil retornarán para seguir al gran Pastor. El pueblo de Dios se unirá y presentará un frente compacto al enemigo. En vista del peligro común cesará la lucha por la supremacía. No habrá contiendas para determinar quien es el más importante. Ninguno de los verdaderos creyentes dirá: "Yo soy de Pablo, y yo de Apolos, y yo de Cefas". El testimonio de todos y de cada uno será: "Yo sigo a Cristo; me gozo en él como en mi Salvador personal".

Cuando el mensaje del tercer ángel se transforme en el fuerte clamor, su proclamación será acompañada de gran poder y gloria. El rostro de los hijos de Dios resplandecerá con la luz del cielo.

Muchos de los gobernantes son personas a quienes Satanás domina; pero. . . hasta entre ellos Dios tiene sus agentes. . . Unos pocos de los agentes de Dios tendrán poder para contrarrestar mucho mal. Así proseguirá la obra hasta que el tercer mensaje haya terminado su misión. Durante el fuerte pregón del tercer ángel, estos agentes tendrán oportunidad de recibir la verdad, y algunos de ellos se convertirán y soportarán con los santos el tiempo de angustia. 201